Políticas transfeministas contra la expropiación de la deuda

En Argentina, colectivas de las disidencias sexuales movilizan alianzas transversales para denunciar el endeudamiento como herramienta de desplazamiento y violencia capitalista. 

Miembros de UTEP y Ni Una Menos realizan un juicio público contra los


Este artículo fue publicado en inglés en la edición de primavera de 2025 de nuestra revista trimestal NACLA Report.


Es el 25 de noviembre de 2024, día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, y nos encontramos reunidos en Plaza de Mayo en Buenos Aires. Con el colectivo feminista Ni Una Menos estamos aquí para ser testigos del primer juicio popular organizado por las trabajadoras de la Unión de Trabajadorxs de la Economía Popular (UTEP) a los “hambreadores del pueblo”. Se acerca el primer aniversario del gobierno ultraderechista de Javier Milei, y su administración ha aplicado un nuevo ciclo de shock neoliberal inédito por su velocidad y su capacidad de daño.

Junto con Milei los acusados en este juicio popular son el Ministro de Economía Luis Caputo, también conocido como “endeudador serial” por su rol en la toma de deuda en el gobierno del empresario Mauricio Macri en 2018; la Ministra de Seguridad avocada a reprimir la protesta social, Patricia Bullrich; y la ministra del primer Ministerio de “Capital Humano”, Sandra Petovello, también conocida por negar alimentos a los comedores comunitarios. Este juicio es una acción más de las varias acciones de concientización que ha organizado la UTEP para denunciar la no entrega de alimentos, y luego de escuchar intervenciones de las trabajadoras ha concluido con la lectura de una sentencia declarando a los funcionarios culpables.

En este primer año de austeridad bajo Milei no dejamos de estar en las calles. Su ocupación sigue el ritmo de distintos conflictos vinculados a los despidos masivos ejercidos por su administración, los recortes presupuestarios y el particular ensañamiento con el colectivo feminista y el LGBTTIQ+  que atraviesa el escenario político y social actual. La lucha transfeminista que viene denunciando el endeudamiento como una herramienta de despojo y violencia ha sido fundamental para entender y confrontar la orientación política y económica de este gobierno.

Endeudarse para vivir

Vivir en Argentina siendo una mujer, lesbiana, travesti, marica o persona trans implica endeudarse.

Vivir en Argentina siendo una mujer, lesbiana, travesti, marica o persona trans implica endeudarse. Implica trabajar de manera informal, o trabajar en un comedor barrial donde, además, ya no llegan alimentos. Implica vivir en un país donde el gobierno está aplicando un experimento económico que está aumentando la pobreza y poniendo en crisis la capacidad de supervivencia de gran parte de la población. Implica cuidar y gestionar los pocos ingresos y tomar cada vez más deuda para vivir; deuda con las financieras del barrio, deuda con los prestamistas, deuda a través del celular, mediante aplicaciones de empresas de plataformas que ofrecen préstamos a un solo click.

Sexta Marcha del Orgullo de la Diversidad Plurinacional Transvillera, convocada por la Asamblea Feminista de la Villa 31 y 31 Bis e INTI Travesti Trans, 7 de diciembre de 2024. (Ni Una Menos)

Endeudarse para vivir — destinar parte del día a una permanente gestión de las deudas para resolver las necesidades diarias— se ha vuelto una condición extendida en nuestro país.

En los últimos años, el endeudamiento en los hogares ha logrado un nivel de debate público que era inexistente hace muy poco tiempo atrás. En el libro Una lectura feminista de la deuda. ¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos!, co-escrito con Verónica Gago, narramos este proceso de politización. Allí detectamos un alto nivel de endeudamiento de las mujeres, asociado a las condiciones de ajuste del programa firmado entre el gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2018, y un cambio en el destino del endeudamiento, referido cada vez más a la compra de bienes y servicios básicos para la reproducción social. Eso es lo que hemos llamado “endeudarse para vivir”. Al combinarse con el proceso de politización feminista, en alza especialmente desde 2017, ha repercutido en la visibilización de este problema como problema público. 

La escena en la Plaza de Mayo, sitio icónico de resistencia de las mujeres y las disidencias, muestra la creatividad transfeminista frente al llamado anarcocapitalismo de Milei que busca intensificar las formas de empobrecimiento que afectan en mayor medida a mujeres, lesbianas, travestis y trans.  Por otro lado, seguir estos procesos de empobrecimiento revelan líneas de continuidad de un trabajo pedagógico que lleva años al interior del movimiento transfeminista y que nos permite leer un proceso que conecta violencias cis-hetero-patriarcales con el saqueo financiero e inmobiliario.

Las Finanzas Digitales como fuentes de endeudamiento

Desde el Colectivo Ni Una Menos, impulsamos en la misma jornada del 24 de noviembre un juicio popular en particular contra Marcos Galperín, empresario paradigmático del modelo económico de este gobierno. Lo hacemos también en Plaza de Mayo, ocupando la escena callejera frente a la casa de gobierno, con las principales referentas de la UTEP, Norma Morales, Dina Sanchez y Johana Duarte. Mientras tanto alrededor del jurado se congregan cooperativistas, trabajadoras textiles, cooperativas de travestis, vendedoras ambulantes y sindicalistas. Todxs organizadas bajo un modo de hacer política transversal, poniendo en primer lugar a las más afectadas por las políticas de ajuste del gobierno.

¿Por qué juzgamos popularmente a Marco Galperín?

Porque a través de su empresa de plataforma Mercado Pago, este empresario se está beneficiando del endeudamiento masivo de mujeres, lesbianas, travestis y trans que están mayoritariamente trabajando en la informalidad. Mercado Pago es una plataforma digital de transacciones en líneaque ofrece, entre otras funciones, acceso al crédito. Esta empresa está subsidiada por el Estado Argentino y su dueño, Galperín, es un personaje público y conocido por sus expresiones racistas y, últimamente, a favor de la privatización de la educación. Su plataforma de comercio digital MarcadoLibre, conocido como el eBay de América Latina, opera en 18 países de la región. Galperín es la persona más rica de Argentina aunque se ha mudado a Uruguay para pagar menos impuestos. Desde su computadora con vista al mar opina sobre todos los temas de la realidad nacional y no oculta su apoyo al gobierno de ultraderecha.

A partir de la asunción de este gobierno, lxs beneficiarixs de diversos programas sociales—como la asignación universal por hijo y las jubilaciones—pueden optar por cobrar vía esta billetera virtual. Se trata del último de los regalos, y tal vez el más importante, que le hace el gobierno a su “emprendedor” preferido, Galperín.  Principalmente, se verá beneficiado con la posibilidad de especular con el dinero depositado de las prestaciones sociales. Sumado a esto, será propietario de uno de los activos más importantes de este capitalismo del algoritmo y financierizado: los datos personales y laborales, etc., de los miles y tal vez millones de todxs las beneficiarixs.

Este nuevo negocio de cobros sociales de Galperín nos ilumina como gran parte del negocio financiero de hoy se hace sobre los sectores de menos ingresos.

Este nuevo negocio de cobros sociales de Galperín nos ilumina como gran parte del negocio financiero de hoy se hace sobre los sectores de menos ingresos. Y al contrario de lo que dice el gobierno señalando como improductivxs a quienes trabajan en sus casas y/o hacen trabajo comunitario, deja en evidencia que es sobre ellxs que se disputa la ampliación del negocio financiero. Como justificación, el gobierno anunció que el uso de Mercadopago eliminaría a los “intermediarios”, claramente una discusión falsa ya que todos los programas se cobraban directamente en bancos.  Este argumento sólo ha servido para legitimar a Mercado Pago como verdadera punteras de la política social financierizada, ya que otorgarle la posibilidad de pagar los beneficios sociales beneficia a estas empresas de múltiples maneras.

Desde la pandemia, las empresas FINTECH se consolidaron y se expandieron como medios de pago y, sobre todo, como fuentes de endeudamiento. En un contexto de caída de los ingresos y donde muchos emprendimientos de la economía popular se gestionan cada vez más a través de plataformas digitales, esta medida multiplica la posibilidad de tomar deudas a tasas más usurarias que las de los bancos y con mayor vulnerabilidad a estafas dada la menor regulación que existe sobre ellas. Estamos en un contexto en el cual las mujeres, lesbianas, travestis y trans, y sobre todo las personas que cuidan y/o hacen trabajo comunitario, están haciendo una triple jornada.

Con la desregulación de la economía vigente, particularmente focalizada en los efectos del Decreto 70/2023 del mes de diciembre —que desregula los precios de alquileres, alimentos, medicamentos, etc., entre otras medidas—  hay un salto en los precios de los principales bienes y servicios para el sostenimiento de la economía doméstica. A esto se suma un proceso inflacionario que se agravó a partir de la devaluación del peso argentino pero que ya era una inflación muy alta, que está disparando los niveles de sobreendeudamiento y cruzando nuevos umbrales de violencia económica en las economías domésticas.

En negación a esta realidad, Milei hace permanentes homenajes a los “empresarios heroicos” que fugan el dinero del país escapando de “las garras del estado opresor”, entre los que se encuentra Galperín. Así, el presidente personifica la utopía del capital que se mueve sin regulaciones en un mundo adaptado a zonas de sacrificio. Es una movilidad que deja a su paso territorios arrasados.

El “empresario heroico” es la figura de esta época de riqueza concentrada de forma obscena en pocos varones blancos y heterosexuales que necesitan negar las contribuciones del estado al crecimiento de sus empresas. Al mismo tiempo, acusan de improductivas a quienes sostendremos este país una vez que ellos se fugan con el capital.

Los transfeminismos populares seguimos insistiendo en las calles y diciendo que quienes cuidan y hacen trabajo comunitario son las verdaderxs heroínxs en este contexto de ajuste brutal. No en el sentido de romantizar su trabajo para no remunerarlo —como se hizo en la pandemia con las trabajadoras de la economía popular— sino para mostrar que quienes cuidan y trabajan en las casas y en los barrios lo hacen sin gozar de exenciones tributarias, pagando impuestos sobre los alimentos, sin remuneración en la mayoría de los casos y teniendo que gestionar las deudas a tasas de interés altísimas.

Organización territorial transfeminista por el derecho a la vivienda

Otra escena que pone en relieve las dinámicas de endeudamiento ocurre el 7 de diciembre de 2024 en la Villa 31 y 31 Bis, un barrio popular alojado en el centro de Buenos Aires, donde participamos en la organización de la sexta marcha del Orgullo de la Diversidad Plurinacional Transvillera.

Este año también ha sido el de la proliferación de marchas del orgullo cada vez más territorializadas en pequeños pueblos, municipios y localidades de provincias bien alejadas de Buenos Aires. Las marchas del orgullo locales congregan organizaciones, sindicatos, movimientos populares y colectivas feministas y LGBTTIQ+ de cada localidad. Estas marchas logran ser una forma concreta de enfrentar el odio fascista que promueve el gobierno contra la población LGBTTIQ+  a partir de visibilizar y poner en escena la diversidad de cuerpos y formas de vida que existen en cada localidad. Se baila, se festeja, se denuncia y se recorren las calles de cada localidad tendiendo puentes con lxs vecinos. Las consignas se tejen con las demandas de cada localidad y, al mismo tiempo, funcionan visibilizando en las localidades los efectos del ajuste realizado por el gobierno nacional sobre la población LGBTTIQ+.

En la marcha de la Villa 31 y 31Bis, pedimos justicia por el travesticidio de la activista travesti Zoe García, que fue asesinada en noviembre de 2023. García era la presidenta de un albergue y organización social que apoyaba a personas trans y travestis, y también trabajaba en la Casa Rosada gracias a la Ley de Cupo Travesti Trans. En memoria a García denunciamos los discursos de odio que eliminarían el Cupo Travesti Trans, entre otras agresiones, y también pedimos una urbanización con perspectiva transfeminista que tenga en cuenta las dificultades extremas que enfrenta la población travesti y trans para acceder a la vivienda.

Los espacios autoconstruidos, como las villas y asentamientos, se han transformado en una reserva de tierra para un nuevo corrimiento de la frontera del complejo financiero-inmobiliario.

Los espacios autoconstruidos, como las villas y asentamientos, se han transformado en una reserva de tierra para un nuevo corrimiento de la frontera del complejo financiero-inmobiliario. Son espacios “más fáciles” para desalojar y son más baratos para producir esta expansión. La Villa 31 y 31Bis se ubica en una zona estratégica tanto por estar en el centro de la ciudad, entre los barrios de Recoleta y Puerto Madero, como por bordear espacios logísticos portuarios y ser parte de una reorganización inmobiliaria de la zona costanera. Para la gestión metropolitana es también una vidriera de exhibición: allí está en juego la brutal conquista financiera del suelo y las viviendas.

Desalojos por acumulación de deudas

En diciembre de 2015 se relanzó la urbanización de la Villa 31 y 31Bis con un endeudamiento millonario con el Banco Inter-Americano de Desarrollo (BID), y se creó una secretaría específica para el fin de pagar la deuda. A partir de ese momento, la avanzada del capital inmobiliario tomó un nuevo impulso. En diciembre de 2018, se sancionó en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires la Ley Nro. 6129 de supuesto mejoramiento de viviendas, que complementaba la previa Ley 3343, y que propuso anular puntos de la ley original destinados al fomento de la radicación definitiva de lxs habitantes del barrio.

Un mes antes nació la Asamblea Feminista de la Villa 31 y 31Bis para la organización en el barrio del paro nacional feminista que repudió el fallo judicial que absolvía a los femicidas de Lucía Pérez, una joven de Mar de Plata quien fue violentamente violada y asesinada in 2016 (los autores fueron juzgados de nuevo y condenados en 2023). En ese momento, como parte del Colectivo Ni Una Menos, comenzamos una articulación y trabajo político conjunto.

Durante 2020, produjimos junto a la asamblea un mapa cartográfico sobre la situación de la vivienda y, en particular, desplegamos el análisis del proceso que denominamos una “urbanización por deuda”. Esto se dio en continuidad con asambleas realizadas en septiembre de 2019, entre la Asamblea Feminista de la Villa 31 y 31 Bis y el colectivo Ni Una Menos, llamadas: “Urbanización en clave feminista. Contra el endeudamiento y los mandatos de género”. En las asambleas trabajamos dos ejes principales: precariedades y deuda y organización territorial feminista.

En marzo de 2020, en el marco del Paro Internacional Feminista 8M, se realiza en las puertas del Banco Santander la asamblea feminista “Eso que llaman amor es trabajo no pago. ¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos!” El objetivo fue evidenciar el papel del banco como emblema de un tipo de urbanización en clave de “integración social” (la institución bancaria como estandarte civilizatorio) a la vez que señalizar la integración con mediación financiera como política a la vez corporativa y de gobierno.

Si la última dictadura cívico militar falló en su plan de desalojar a la villa a través de la violencia directa, entendemos que ahora se produce por medio de la violencia de la deuda. La noción de “urbanización por deudas”, surgida a partir de una lectura feminista de la deuda, nos permite formular esta hipótesis y visibilizar los mecanismos de desalojo encubierto a través de deuda que plantea la urbanización. Se trata de propagandizar un modelo de “modernización” del barrio a base de relocalizaciones compulsivas y viviendas nuevas construidas con pésimos materiales.

Las viviendas de los bloques recientemente construidos son entregadas por medio de créditos, previo abandono del terreno y de la casa propia que con mucho esfuerzo se construyó. Lxs vecinxs pasan a ser propietarixs “virtuales”, pues los bancos retienen los títulos de propiedad mientras dure el compromiso de pago de una deuda mensual. Además de la cuota del crédito, se deben abonar servicios públicos, expensas e impuestos; una acumulación de deudas imposible de cubrir y que refuerza el argumento para un futuro desalojo a corto plazo, efectivizado por medios legales. El contrato que promete el título de propiedad, aún si quiere presentarse como fundado entre partes, tiene como premisa que será incumplido. Es el conjunto de obligaciones acumuladas que se convierten en deudas impagables lo que activa la maquinaria de los desalojos “legales”.

El punto 7 de la ley Nro. 6129 habilitó en el modelo de escritura para que las hipotecas puedan convertirse en letras, es decir en una opción para invertir. Esto abre la posibilidad de que un grupo inversor las pueda comprar, trasladando a un privado la deuda que lxs vecinxs mantenían originalmente con el Estado. La venta a terceros de títulos de deuda hipotecaria deviene el mecanismo concreto para consumar la financiarización del “activo” vivienda.

Cabe agregar que las nuevas viviendas son de mala calidad, según los informes de las propias vecinas. Vecinas adjudicatarias del sector denominado la “Containera” —en referencia a la base de containers que simulan las casas, en una analogía con la zona portuaria que da mucho que pensar en términos de especulación sobre el paisaje— observan que las paredes son permeables a los ruidos y hay una imposibilidad de ampliar o modificar la construcción. Esta impide nuevas dinámicas familiares y posibilidades de emprendimientos comerciales, ambas cuestiones que son claves en las viviendas auto-construidas. A su vez, toda la instalación de servicios es dependiente de conexión eléctrica en un barrio con frecuentes cortes de luz. Se comprende en este modo de construcción barato y precario tanto el tipo de inversión como el subtexto de viviendas no durables, no plenamente habitables, lo cual parece fomentar también que sean vendidas.

La asamblea feminista ha visibilizado y criticado un criterio familiarista —es decir que refuerza la imagen de que la familia heterosexual es la única forma válida de agruparse— en la asignación de los títulos de propiedad.

La asamblea feminista ha visibilizado y criticado un criterio familiarista —es decir que refuerza la imagen de que la familia heterosexual es la única forma válida de agruparse— en la asignación de los títulos de propiedad. Gracias a la organización de mujeres, lesbianas, travestis y trans se ha evidenciado que los títulos de propiedad se entregan a hombres o a mujeres que viven en familias heterosexuales y con hijxs, privilegiando un criterio cis-heterosexista que castiga a las vidas que habitan por fuera de esa norma. De forma paralela, se relega para el final a las mal llamadas “madres solteras”, jefas de hogar monomarentales con una presencia mayoritaria en el barrio, sumando conflictos por desgloses familiares. También han habido casos en los que el título de propiedad se ha otorgado a hombres teniendo denuncias por violencia de género, lo que obliga a las mujeres a convivir en una misma vivienda con sus agresores.

En ese sentido, en noviembre de 2019 la asamblea feminista realizó una movilización por Lorenza, una vecina que es nombrada como “víctima de la violencia machista y la urbanización”, denunciando que se privilegió otorgarle una solución habitacional al violento denunciado y no a ella. En el mismo mes, se celebra la primera marcha del Orgullo LGBTTIQ+ trans villera plurinacional de la Villa 31 y 31Bis. El movimiento LGBTTIQ+ está directamente involucrado en los procesos de resistencia a la urbanización y participa activamente en la Asamblea Feminista.

“Hoy marchamos, mañana rezamos, pasado mañana reclamamos”

La puesta en común de las acciones, la escucha mutua de relatos, y la elaboración asamblearia permite sistematizar la estrategia oficial, que aúna intereses empresariales y gubernamentales. Eso nos ayuda ver que la estrategia del Estado consiste en un combo de abusos, amenazas, demoliciones intempestivas y estrategias de división entre familias, entre inquilinxs y propietarixs, y entre migrantes y argentinxs. La urbanización por deudas genera entonces una triple situación de violencia: cis-heterosexista, habitacional, e institucional.  

Las redes comunitarias del barrio son las que sostienen, intervienen, cuidan y, en algunos casos, evitan situaciones donde la violencia escale. Por el contrario, el modo de actuar de las fuerzas de seguridad tiene un rol preponderante en asegurar la impunidad de la violencia de género, una realidad que se agudiza aún más bajo el gobierno de Milei.

Concierto para celebrar la sexta Marcha del Orgullo de la Diversidad Plurinacional Transvillera, en Buenos Aires, Argentina, el 7 de diciembre de 2024. (Ni Una Menos)

Con esa historia de tejido detrás, participamos en la organización de la sexta marcha del Orgullo de la Diversidad Plurinacional Transvillera, convocada por la Asamblea Feminista de la Villa 31 y la 31 Bis e INTI Travesti Trans. Este tipo de manifestaciones pone en escena una transversalidad conseguida en base al trabajo político de la asamblea, que es lo que permitió tener una lectura transfeminista de la urbanización y del acceso a la vivienda. Al mismo tiempo que se denuncia la precariedad se pone en escena una comunidad que crece en la diversidad de formas de vida.

“Desarrollar la comunidad, ocupar el espacio, aprender que cuando no se puede crecer para un costado se crece para arriba con todos y todas, eso es ser villera para mí,” dijo la activista travesti Alma Fernández a la Agencia Presentes sobre la reciente marcha del Orgullo. Sus palabras muestran la fuerza de la creatividad transfeminista para enfrentar la precariedad y la deuda. Fernández continúa: “Hoy marchamos, mañana rezamos, pasado mañana reclamamos, pero hoy bailamos cumbia subidas al motocarro de la vida”.

La marcha cerró reivindicando el orgullo villero y con la consigna: “Milei, Milei, para vos mucho sexo gay”.


Lucía Cavallero es socióloga e investigadora en la Universidad de Buenos Aires. Sus investigaciones se centran en la deuda y el género. Es organizadora de Ni Una Menos, un movimiento feminista de base que lucha contra la violencia de género. Es coautora de Una lectura feminista de la deuda y El hogar como laboratorio: Finanzas, vivienda y lucha feminista.